Es momento de darle vida a tu página web pero ¿por dónde empezar?. Seguro que te han hablado de la importancia del branding, de los colores, del estilo, de tu logotipo, de llamadas a la acción, de las imágenes y de tantos elementos a tener en cuenta, que tu cabecita ha decidido activar el off ante tal avalancha de información. Si este es tu caso, no te preocupes, vamos a poner las ideas en orden para que a tu web no le falte de nada a través de cinco tips muy sencillos ¿te parece?
Un buen branding te distinguirá entre las empresas de tu mismo sector
Toda marca precisa de unos colores corporativos y de un logotipo que te definan como empresa. Más del 80% del reconocimiento efectivo de tu marca tiene que ver con el color. De estos colores va a depender mucho el carácter de tu marca y la percepción que de ella van a tener tus clientes. Si sabes lo que quieres transmitir pero tienes dudas en si los colores que eliges son los adecuados para tu web, te lo vamos a poner fácil.
¿Qué transmite cada color?
Rojos: amor, la energía, la fuerza, el poder, la pasión e incluso el peligro.
Rosa: feminidad, la dulzura y la infancia.
Naranja: calidez, confianza y éxito.
Amarillo: felicidad, optimismo, energía, vitalidad y entusiasmo.
Negro: elegancia, formalidad, sofisticación o la clase.
Azules: paz, confianza, seriedad, calma
Morados y lilas: espiritualidad, lujo, misterio y la ambición.
Fotografías y videos
En tu web no pueden faltar imágenes que le den un plus de valor al texto que acompañan. El refrán de ‘una imagen vale más que mil palabras’, está más presente que nunca en la actualidad y es que el efecto de una buena imagen es mucho más potente, que las palabras. Si la imagen y el texto son coherentes y atractivos tu objetivo estará más que conseguido. Trabaja las fotografías, no dudes en contratar una sesión de fotos con un profesional y si además introduces videos explicativos ¡mejor que mejor! ganarás en cercanía y confianza gracias a estos recursos.
Bye bye querida redundancia
Evita que los textos de tu web sean redundantes. Regla, muy importante si no queremos que nuestros clientes huyan de la web porque exceso de información y además reiterada. ¿Qué es lo que quieres contar? Ve al grano, se directo y enfócate en el mensaje que quieres dar, te lo van a agradecer, menos es más, recuérdalo. Un profesional del Copy hará magia con las palabras y la persuasión, así que pon un copy en tu vida.
Libro de estilo
Seguro que es un rollo, no me gustan los manuales y menoss si son de 100 páginas o más ¿quién se lee eso? ¡ni el de la lavadora me leo! Keep Calm, con unos simples pasos a seguir y tres páginas tienes más que suficiente.
- En tu libro de estilo no puede faltar la marca gráfica, o lo que es lo mismo, tu logotipo principal con sus variaciones. Lo ideal es que esté pensado para utilizarlo tanto sobre blanco, sobre negro o sobre color. También en horizontal, vertical para emplearlos en diferentes aplicaciones como puede ser instagram, facebook o la firma de tu correo electrónico.
- La paleta de colores definitiva. Sí, esa por la cual te has decidió. No puede faltar en tu libro de estilo. Es interesante que cada color vaya acompañado de sus diferentes valores en RGB, CMYK y Hexadecimal para que tu diseñador web pueda trabajar sobre ellos.
- La tipografía también debe de constar en tu libro de estilo sobre la web. Debemos diferenciar entre las que forman parte del logotipo y las que utilizaremos, por ejemplo, en nuestra web.
- Estilo fotográfico. Qué fotos, cómo son, que tipo de sesión de fotos queremos para nuestra marca, en qué escenario vamos a grabar los videos…
- Elementos gráficos como separadores, iconos, firma…
Tú esencia en un vistazo
Una web bien estructurada a nivel visual y con todos los tips que te he detallado es una web con mucho potencial. Pregúntate si a primera vista queda claro, quién eres, qué haces y a quién ayudas. Si es así ¡enhorabuena! Las prisas hacen que busquemos webs en las que de un vistazo nos dejen las cosas claras y tu ya tienes las herramientas con las que saber qué quieres para tu web y cómo lo quieres ahora ¡manos a la obra!.